Podemos pide la dimisión de Marlaska en la UE por la «matanza» en la valla fronteriza de Melilla
El eurodiputado Miguel Urbán, que se presentó a las elecciones europeas bajo la marca de Podemos, ha reclamado este lunes en el Parlamento comunitario la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras las muertes de inmigrantes en la valla fronteriza de Melilla, que ha calificado de «matanza» que «no puede quedar impune» y debe investigarse.
El parlamentario, que ahora dice que pertenece a Anticapitalistas, ha expuesto en Estrasburgo que Marlaska «no puede seguir ni un día más en su puesto». «Más de 40 muertes bien merecen un cese fulminante», ha manifestado con un tono muy duro desde el atril principal de la Eurocámara.
Urbán, desde el grupo europarlamentario en el que está Podemos (GUE/NGL), también ha afeado la «externalización de fronteras, que subcontrata a dictaduras como la marroquí para que hagan de matones». El eurodiputado considera clave que depuren «responsabilidades penales y políticas de esta matanza». Según un comunicado de su formación, debe parar la «necropolítica migratoria», y pide la regularización de «todas las personas migrantes» que accedan al país.
Sostienen que quienes en el Gobierno «sostienen» esa política fronteriza «por acción u omisión» serán corresponsables de las decisiones del mismo en esta materia. También ven «indignante» las primeras declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre que la actuación de la gendarmería marroquí estuvo «bien resulta», cuando fue una «intervención criminal» con resultado de muertos y heridos.
Además, critica el respaldo del presidente al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental y el giro con la política tradicional de España consistente en el apoyo al referéndum de autodeterminación. Todo ello, a su juicio, para que «Marruecos siga haciendo de matón de las fronteras europeas».
Por otro lado, traslada su solidaridad y pésame a las familias de los fallecidos y reclaman que las autoridades marroquíes identifiquen a todas las víctimas, poniendo todos los medios para repatriar los cuerpos a sus familias.
«Esta matanza no puede quedar impune, por ello exigimos una investigación independiente, imparcial e internacional que lleve ante la justicia a todos los responsables tanto materiales como políticos», agregan, para pedir así el apoyo a todas las movilizaciones convocadas en rechazo a lo acontecido en la valla fronteriza entre Melilla y Nador (Marruecos).
Investigación
Por otra parte, el debate en Estrasburgo ha contado con la intervención de la comisaria de Interior, Ylva Johansson, que ha calificado de prioridad que una investigación establezca los hechos en las muertes en la frontera. Tacha de «inaceptable» tanto que mueran personas en las fronteras de la Unión Europea, como que estas sean asaltadas de forma violenta.
La comisaria sueca ha indicado que «es difícil» saber exactamente que sucedió el «viernes negro», por lo que ha optado por apoyar las peticiones para una investigación de las muertes de los migrantes, apuntando a que se produjo una estampida al concentrase miles de personas en un paso reservado para residentes legales.
«Me temo que pueda haber más víctimas, muchos más heridos, incluido un alto número de agentes que fueron puestos ante gran presión», ha indicado la responsable de Interior de la UE, como recoge Europa Press. Johansson ha tachado que es «inaceptable que personas fuerce su entada en la UE usando medios violentos» y es «inaceptable que muera gente de esta forma en nuestras fronteras».
Al mismo tiempo, ha denunciado el papel de las mafias y sin entrar en el caso concreto del episodio vivido en Melilla, ha señalado que el «99 % de los migrantes» utilizan redes de tráfico de personas. En todo momento, la socialdemócrata sueca ha defendido que la política migratoria europea «no es racista» sino «incompleta». «Nos falta una política integral de asilo y migración y es urgente adoptar todo el paquete», ha comentado sobre el pacto migratorio que desde hace años negocian los Veintisiete.
Críticas
La gestión gubernamental del episodio en Melilla ha provocado una ola de críticas a ambos lados del arco parlamentario. Por el PP, el eurodiputado y exministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha denunciado la «hipocresía» de Pedro Sánchez y ha denunciado que «lejos de estar bien resuelta», la gestión de la frontera por parte del Gobierno es un «cúmulo de desaciertos».
De esta forma, ha criticado los «bandazos» del Ejecutivo socialista en política migratoria pasando «del efecto llamada del Aquarius y la retirada de las concertinas, a la actual complacencia ante el desastre humanitario».
Para Ciudadanos, el episodio de Melilla es una «auténtica tragedia» y el «corolario» de la gestión de las fronteras que hace Marruecos, que «es una mezcla de negligencia e incapacidad unida a una indecente utilización política del drama migratorio como mecanismo para presionar a España y al conjunto de la UE».
Así, el eurodiputado Jordi Cañas ha enfatizado que la Eurocámara debe pedir el respeto a los Derechos Humanos de los migrantes y la lucha contra la inmigración irregular al tiempo que hace respetar los compromisos adquiridos por Marruecos, que recibe más de 300 millones de euros en fondos para la gestión migratoria.
Izaskun Bilbao, del PNV, ha criticado que tanto España como Marruecos se «estrellaron» en la gestión policial «a los dos lados de las fronteras» y ha pedido esclarecer los hechos, depurar responsabilidad, establecer medidas de reparación y garantizar que no se repiten hechos similares.
Por parte de Unidas Podemos, Sira Rego (IU), ha criticado que las instituciones y las políticas migratorias de la UE «son racistas» y ha denunciado que mientas los Veintisiete han demostrado que se puede proteger a refugiados que escapan de la guerra de Ucrania, no se hace lo mismo con personas «que huyen de otros horrores». «Las políticas de asilo de la UE están condicionadas por el color de piel», ha explicado.
Socios
Los socios de Sánchez, Bildu y ERC, también han cargado las tintas. El parlamentario abertzale, Pernando Barrena, ha criticado la «pésima gestión» del Ejecutivo de Pedro Sánchez y ha denunciado que la entrada al sur de la UE esté subcontratada a un país como Marruecos cuyo respeto a los Derechos Humanos «brilla por su ausencia». «Es hora de terminar con vulneración de derechos. La vida de los africanos también importa», ha subrayado.
Mientras, ERC se ha mostrado escéptico con que se eche toda la culpa a las mafias y se adopte el discurso de la ultraderecha sobre la migración. «Este caso merece que nos despertemos de una vez y reaccionemos y practiquemos un poco de humanidad», ha indicado Jordi Solé, mientras que Diana Riba ha pedido acabar con la Europa «fortaleza» que criminaliza a personas que huyen de conflictos y de la miseria.
De lado de Junts, el ex president de la Generalitat Carles Puigdemont ha señalado que la frontera con Marruecos es escenario recurrente de violaciones de Derechos Humanos y ha asegurado que «no hay excusas» para justificar el «crimen», lamentando que hay poco interés por parte de las instituciones de esclarecer el asunto.